El Valle de Larraun, un paraíso verde para el crecimiento del ganado

El Euskal Txerri, Pío Negro, tiene su particular Edén en el Valle de Larraun, entre Arruitz y Lekunberri. Allí reparte sus instalaciones Maskarada, la granja, el obrador y la tienda-restaurante.

La mayoría de los cerdos nace en una granja estabulada de Oronoz Mugaire, que suma 130 madres y una decena de machos encargados de garantizar la continuidad genética de la raza. En el Valle del Baztán tienen la comida y la bebida bien cerca, incluso los primeros 27 días son amamantados por sus madres, pero con tres meses son trasladados a la granja de Arruitz, de 80.000 metros de extensión, donde la primera enseñanza es desplazarse a los lugares donde comer y beber.

 

«La granja de Arruitz tiene

80.000 metros de extensión».

 

La referida granja está diseñada de manera que los cerdos duermen en una de las tres cabañas existentes, hacen sus necesidades fuera, comen cuando les apetece en las tolvas, beben cuanto quieren, salen a pasear cuando lo desean y buscan la sombra de avellanos, castaños, robles, acebos y hayas cuando aprieta el calor. En los 30.000 metros de bosque y 50.000 m de prado comen hierba, raíces e incluso alguna bellota que encuentran, pero principalmente se alimentan de pienso a base de cereales como cebada, trigo y maíz.

 

Los últimos 50 días sí toman una alimentación diferente; puesto que el cerdo sabe a lo que come, en el tramo final (se suele sacrificar con 130-140 kilos, a los 10 u 11 meses de edad) se busca actuar sobre la grasa para lograr una mayor suavidad, y para ello se utiliza una sabrosa grasa de aceituna. En suma, desde que nace hasta que acude a la cita del matadero se le procura brindar una «calidad de vida máxima», no sufre estrés ni maltrato, y eso redunda en un alimento saludable y de buen gusto, dos aspectos muy valorados hoy en día.

«El valle de Larraun».